La directora del Banco del Bienestar, Diana Álvarez, informó que hasta el momento se han construido 230 sucursales en el país, y se espera que a finales de octubre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) termine 600, la meta a dos años es contar con 2 mil 700.
En conferencia de prensa, reconoció que la pandemia de Covid-19, el que no se cuente con los terrenos, que todos estén disponibles, debidamente identificados, entre otros factores, ha atrasado el avance del proyecto, “pero a pesar de las contingencias el ritmo es bastante bueno”.
Expuso que las 230 sucursales terminadas están distribuidas en diferentes estados de la República, entre ellos Puebla que cuenta con 24, el estado de México, 19; Oaxaca ,18; Sinaloa, 13; Hidalgo, 12; Chiapas, 11; San Luis Potosí y Michoacán con 9 cada uno, y Baja California Sur, Nuevo León, Durango, Jalisco y Veracruz con 8.
Daniel Fajardo Ortiz, coordinador general de Desarrollo Metropolitano y Movilidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), expuso que para la construcción de las sucursales se ha logrado la meta de mil 200 predios que comunidades y ejidos están dispuestos a donar, de los cuales se tienen 447 validados, es decir, que cumplen con los requisitos que se necesitan.
Expuso que para lograr conseguir estos terrenos, se acudió a los ejidos y comunidades a presentar el proyecto y que en asamblea se decidiera si se aceptaba donarlos. “Lo que les hemos explicado en esas reuniones son las ventajas de tener una sucursal del Banco del Bienestar, (que representa) menores costos y tiempos de traslados, entrega directa de los apoyos a los beneficiarios más alejados, reactivación de la economía local, valorización de los predios aledaños, mejora en la seguridad y de servicios públicos”.
En Palacio Nacional, indicó que para construir sucursales del Banco del Bienestar, los predios deben estar ubicados en espacios urbanos, preferentemente, aunque pueden ser comunidades rurales pero que estén lo más cercano posible a los núcleos poblacionales, que sean espacio con seguridad, no inundables, que puedan no afectar además la vegetación del entorno y con una superficie de al menos 300 metros cuadrados.